jueves, 27 de marzo de 2008

La jovialidad 0.2. Contra la estadística... el deseo insumiso




"(...) En esas personas singulares se pone de manifiesto que la mera superioridad de poder no es capaz de crear derecho, no es capaz de crearlo ni siquiera allí donde produce también cambios históricos.

Si miramos las cosas desde este ángulo, no aparece entonces tan parvo el poder de la persona singular en el seno de las masas carentes de rango. Es preciso no olvidar que esa persona singular está casi siempre rodeada de otras personas que le son próximas, de personas en las cuales influye y que comparten su sino cuando ella sucumbe. Esas personas, próximas a la persona singular, a que aquí estamos refiriéndonos se diferencian también tanto de los miembros de la familia burguesa cuanto de los buenos conocidos de antaño. Se trata de unos vínculos más fuertes.

Lo que de aquí resulta es una oposición, una oposición que no es sólo de uno de cada cien votantes, sino de uno de cada cien habitantes. (...) Pero aquí no se trata de relaciones numéricas, sino de condensaciones ontológicas; con ello penetramos en un orden diferente, en el cual da igual que la opinión de la persona singular contradiga a la opinión de cien o a la de mil. De la misma manera, su inteligencia, su voluntad, su influjo pueden compensar los de veinte o los de mil. Si la persona singular se ha decidido a salirse de la estadística, verá entonces, a la vez que el riesgo, también la insensatez que hay en cultivarla; es una actividad que queda muy lejos de las fuentes.

(...)En una ciudad de un millón de habitantes viven diez mil "emboscados" (...) Esto representa un poder enorme. Basta para derribar incluso a tiranos muy poderosos. Pues las dictaduras no son sólo peligrosas, están a la vez expuestas a peligros, ya que su brutal despliegue de fuerza provoca también un amplio repudio. En tal situación resultará inquietante la disposición a la lucha de minorías minúsculas, sobretodo si han desarrollado una táctica.

Esto es lo que explica el gigantesco incremento de la policía. A primera vista parecerá absurdo que ésta crezca hasta el punto de llegar a constituir verdaderos ejércitos y que ello ocurra en imperios donde ha llegado a ser aplastante el aplauso. Por tanto, ese incremento de la policía es por fuerza un signo de que el potencial de la minoría ha crecido en igual proporción. Y eso es lo que efectivamente acaece."

Ernst Jünger, La emboscadura. Tusquets. Barcelona.
2ª ed. 1993. Traducción de Andrés Sánchez Pascual.
Parágrafo 9. Páginas 46, 47. Subrayados míos.

2 comentarios:

sublibrarian of the year dijo...

http://es.youtube.com/watch?v=yNIOwrCNgM8

barbarroja dijo...

cada vez son más enigmáticos sus comentarios...

No sé si con el verdugo alude a la minoría. No, no debe ser. A la policía... No, tampoco. No es prou serio... A la cabra del vídeo de Jodorowski (Arrabal)... Umh... Puede que tal vez...

aunque tal vez, por aquellas extrañas casualidades se refiera usted a algo todavía no aparecido, a... el leñador de la fábula de esopo "La zorra y el leñador" que aparece algunos minutos después de su comentario y sin aparente ni estricta conexión en este mismo blog, en el post siguiente...

Pero quizá el mejor sentido sea la pura y simple hilaridad que me ha poseído al encontrarlo.