domingo, 30 de diciembre de 2007

Nos-otros (o sobre guerra y guerrilla)


otros
suspendidos de la corteza de los árboles
el horizonte levantaba los astros sin esfuerzo
las naranjas de los anhelos
la savia blanquísima de los nervios;

pero
el horizonte no existiría sin la geometría fantástica de los globos
[hambrientos y simétricos.

Porque otros bajaron de la ciega luz del canto de las sirenas
atados al mástil de la mayor
desatando a la hija de los reptiles en la cueva del rostro, el hechizo
la luna dijo un día, al amanecer,
el buen nombre.

"Advertimos pues, que el trabajo había sido ya hecho y trotamos haca adelante para encontrar al joven Saleh, hijo de Ibn Shefia, que estaba en posesión de la ciudad [Uejh]. Nos dijo que sus bajas habían sido unos veinte muertos; /.../
Vickery, que había dirigido la batalla, estaba satisfecho, pero yo no podía participar de su contento. A mi entender, una acción innecesaria, un disparo o una baja inútiles no solamente constituían un derroche, sino también un pecado. Me era imposible situarme en el punto de vista profesional para el que todas las acciones afortunadas son ganancias. Nuestros rebeldes no eran materiales equiparables a soldados, sino amigos nuestros que confiaban en nuestra dirección. No estábamos al mando de un fuerza nacional; mandábamos a unos hombres por invitación suya. Y nuestros hombres eran voluntarios, particulares, familiares, de modo que una baja constituía un pesar para muchos en el ejercito. Aún desde el ángulo puramente, militar, el asalto me pareció un desatino."

T.E. LAWRENCE, Los siete pilares de la sabiduría.
Edicnes Libertarias_Prodhufi. Madrid. 1997. Traducc. Equipo editorial. P.185

No hay comentarios: